El Fondo Monetario Internacional (FMI), concluyó su misión en Panamá, en la que presentó sus conclusiones acerca de la economía nacional en su tradicional informe del Artículo IV del organismo.
En su nota de prensa, el personal técnico del FMI sostiene que, en cuanto al fortalecimiento de la resiliencia del sector financiero, los colchones agregados de capital y liquidez en el sector bancario panameño están muy por encima de los mínimos requeridos y que los bancos cumplen con los requisitos regulatorios.
También se destaca que, ante la ausencia de un prestamista de última instancia y de un seguro de depósitos, Panamá ha recurrido al autoseguro de los bancos a través de colchones de capital y liquidez, así como a la financiación de fuentes extranjeras para contener los riesgos para la estabilidad financiera.
El informe señala que los bancos deben seguir manteniendo sólidos colchones de liquidez y capital, y los reguladores deben seguir vigilando de cerca la evolución de la situación. Esto es especialmente importante en el período venidero, dado que la rentabilidad puede haber alcanzado su punto máximo y las carteras de préstamos pueden verse cada vez más afectadas por el endurecimiento de las condiciones financieras y la desaceleración del crecimiento económico.
El seguimiento y la contención de los riesgos se beneficiarán del mayor desarrollo de las capacidades analíticas de los supervisores, del establecimiento de herramientas macroprudenciales adicionales basadas en los prestatarios y de la mejora de la recopilación de datos, en particular sobre las condiciones financieras de los prestatarios y del mercado inmobiliario.
Los técnicos del FMI sugieren que los reguladores deben continuar trabajando a través del Consejo de Coordinación Financiera (CCF), a fin de continuar con el plan de intercambio de información, evaluar conjuntamente los riesgos en todos los segmentos del sistema financiero y la economía, y coordinar acciones. Asimismo, deben intensificarse los esfuerzos para hacer frente a los riesgos de ciberseguridad y es necesario seguir reforzando la red de seguridad financiera de los bancos.
El informe detalla que se ha avanzado en el establecimiento del colchón de capital, de acuerdo con las normas de Basilea III, gracias a la adopción del acuerdo de conservación de capital (CCB) el año pasado.
Asimismo, el FMI sostiene que estos esfuerzos deben continuar, en particular, mediante la introducción gradual de recargos de capital para los bancos nacionales de importancia sistémica (D-SIB). Además, sugieren que es urgente que Panamá retome la reforma del marco de resolución bancaria y el establecimiento de requerimientos prudenciales para que los bancos desarrollen planes de recuperación. Igualmente, revelaron que también sería un avance importante que se cuente con una ley de sistemas de pagos que, entre otras cosas, asigne la responsabilidad de la supervisión de estos sistemas a la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP).